Aunque Chile es responsable de solo el 0,3% de las emisiones globales, desempeña un rol crucial en la transición energética gracias a sus recursos. El país cuenta con un potencial energético estimado de 1800 GW equivalente a 70 veces la demanda eléctrica actual del país. Este potencial se distribuye en el norte, con energía solar, y en el sur, con energía eólica, lo que posiciona a Chile para producir el hidrógeno verde más económico del mundo. Para 2030 se estima que el país podría producir hidrógeno verde a un costo entre 1,05 a 1,20 USD/kg, consolidando su papel como un actor clave en la producción de energía limpia a nivel mundial.
La Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde de Chile tiene como objetivo utilizar la ventaja de sus recursos para desarrollar una industria sostenible y competitiva, tanto para satisfacer el mercado local como también para exportar hidrógeno verde y sus derivados como amoníaco y metanol. El hidrógeno verde permitirá reducir su dependencia de combustibles y añadir valor a productos estratégicos como el cobre verde, fundamental para competir en mercados internacionales que exigen productos de bajas emisiones. Además, el hidrógeno tiene la capacidad para descarbonizar sectores difíciles de mitigar como la minería y el transporte.
El documento destaca cómo la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde puede impulsar a Chile como líder en la transición energética global. Para 2050, se estima que el hidrógeno verde pueda mitigar el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero y la creación de más de 100.000 empleos. De esta manera, la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde responde a desafíos climáticos y a la vez propone un cambio estructural en la economía chilena, creando oportunidades de innovación, crecimiento y desarrollo sostenible.
