En el marco de la urgencia climática y la necesidad adaptar las estructuras organizacionales de los sistemas de energía a los objetivos de sostenibilidad, la electricidad ha tenido un rol creciente en el proceso de transición energética mundial, centrado principalmente en la adopción de energías renovable es el foco principal. En este contexto, el informe “Reorganización de los sistemas de energía para la transición” aborda una necesaria perspectiva integral sobre cómo las estructuras organizacionales de los sistemas de energía deben evolucionar para adaptarse a esta transición energética.Uno de los principales hallazgos es el análisis de los desalineamientos existentes dentro de los sistemas de energía, evidenciando cómo las actuales estructuras organizacionales no logran captar las especificidades tecnológicas y económicas de las energías renovables.
Se destaca la urgencia de transformar las actuales estructuras organizacionales, diseñadas en la era de los combustibles fósiles, para facilitar la integración de energías renovables variables (VRE), diversificar las fuentes de flexibilidad y promover la participación activa de los usuarios finales en la gestión de redes eléctricas. Se propone un enfoque holístico que aborde las interacciones entre las diferentes capas sistémicas: poder, energía, economía, social y ambiental.
Se introduce el concepto de “doble contratación” como un enfoque estratégico para el futuro de las estructuras organizativas del sistema eléctrico. Este enfoque reconoce la necesidad de tratar de manera diferenciada las características y requisitos específicos de la electricidad renovable y la flexibilidad requerida para apoyar la transición energética de manera eficiente y sostenible.
El informe cuestiona la noción convencional de que solo los sistemas liberalizado son efectivos para promover la eficiencia económica de los sistemas de energía. Se destacan los ejemplos de sistemas regulados como Costa Rica y Uruguay que han demostrado capacidad para promover la transición energética de manera efectiva. Estos casos reflejan la importancia de adoptar un enfoque pluralista que considere diversas formas de gobernanza y participación social. Por lo tanto, este informe emerge como un llamado a diseñar estructuras organizacionales en los sistemas de energía que sean resilientes y adaptables, capaces de enfrentar los desafíos climáticos, y que a la vez sean equitativos y económicamente sostenibles.
