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Los desafíos del Comercio internacional en la Transición Energética

Se espera que la transición energética cobre un gran impulso en los próximos años, de mano de los compromisos de descarbonización suscritos por los países. Sin embargo, para que la transición energética cobre un carácter global, será necesario un reordenamiento del comercio internacional desde los países y territorios donde se producirá la energía limpia hacia aquellos que no cuentan con las condiciones para generarla. 

Adicionalmente, la necesidad de contar con energía limpia requiere de un flujo comercial, hoy casi inexistente, de partes y piezas necesarias para su producción tales como electrolizadores, baterías de almacenamiento y otros elementos necesarios en toda la cadena de abastecimiento desde la generación hasta la distribución final.

En este contexto, la innovación y el desarrollo tecnológico serán un pilar fundamental para que el comercio de energía sea posible en el futuro a la escala necesaria para una transición energética exitosa. Contar con la capacidad de almacenar energía solar y eólica para que pueda ser transportada, o generar capacidad de almacenamiento de hidrógeno verde que permita ser transportado no sólo por gaseoductos sino por barco o camiones, son algunos de los ejemplos que facilitarían el comercio internacional. Junto a esto, nueva infraestructura deberá ser construida, como puertos que permitan la carga y descarga de hidrógeno verde, nuevos gaseoductos y nuevas líneas de transmisión, permitirán transportar la nueva energía hasta los consumidores finales.

Adicionalmente, el comercio internacional requiere de políticas comerciales abiertas y reglas y normas claras y transparentes, que permitan un mercado integrado que facilite el intercambio. La Organización Mundial de Comercio (OMC)en conjunto con IRENA han destacado que en el caso de la energía solar fotovoltaica “Los regímenes comerciales más abiertos y transparentes han permitido la aparición de un mercado mundialmente integrado, en el que el silicio, las obleas, las células, los módulos, los onduladores, los sistemas de montaje, las cajas combinadoras y otros componentes solares fotovoltaicos, junto con las máquinas para fabricar células, módulos y paneles fotovoltaicos, viajan de un país a otro en cadenas de valor muy integradas”.

Sin embargo, mantener y replicar esta realidad para otros sectores energéticos, no estará exenta de problemas. Según la Organización Mundial de Comercio el mundo ha cambiado su percepción respecto del comercio internacional en los últimos años. Si bien los niveles de comercio han superado los niveles prepandemia, la crisis financiera de 2008 y 2009, la pandemia y la guerra de Ucrania, provocaron que los países priorizaran la seguridad interna de abastecimiento en menoscabo del libre tránsito de bienes y servicios. Un hecho especialmente relevante es la seguidilla de trabas arancelarias y paraarancelarias al comercio bilateral que se han impuesto, mutuamente, China y Estados Unidos.

Es de esperar que la transición energética logre superar las barreras que supone un nuevo ordenamiento del comercio internacional, al tiempo que los países avancen en el proceso de descarbonización. Nuevas reglas, normas y acuerdos deberán crearse y suscribirse para que el sistema comercial mundial mantenga un funcionamiento que permita que la descarbonización sea una realidad.